Solucionar imposiciones arancelarias, objetivo para firma de TLCAN



La imposición arancelaria al acero y al aluminio es un tema que debe resolverse antes de firmar un nuevo acuerdo comercial con Estados Unidos, dijo el titular de la Secretaría de Economía, Ildefonso Guajardo.

“Sería muy raro que firmáramos un acuerdo de libre comercio cuando tenemos pendiente una batalla comercial. La idea es poner en la mesa un escenario de solución de estas agresiones comerciales antes de la firma”, dijo al acabar su participación en el foro de The Economist.

Donald Trump impuso un arancel de 25% al acero y 10% al aluminio desde junio de 2018 por considerar que las importaciones de esos productos ponen en riesgo su seguridad nacional, conocida como sección 232. Aunque recientemente Estados Unidos emitió una declaratoria para permitir la importación de aluminio sin restricciones, sigue el impuesto para el acero.

Guajardo agregó que, aunque México respondió con represalias arancelarias a productos estadounidenses como quesos, manzanas, whisky y carne de cerdo, entre otros, aún está pendiente resolver el problema.

El miércoles pasado, la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero) y la Asociación Canadiense de Productores de Acero emitieron un comunicado en el que pidieron a Estados Unidos eliminar los aranceles al acero porque se generan afectaciones a la industria de los tres países, a la competitividad de la región y se dañan las cadenas de producción.

Aunque hay un arancel para el aluminio, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Aluminio de México, Ramón Beltrán Arellano, dijo que el gobierno estadounidense lanzó un comunicado en el cual decía de que si la industria necesita el material de México, mediante una petición puede hacerlo sin pagar arancel.

El secretario de Economía dijo que con el acuerdo comercial entre Estados Unidos y México protegieron al sector automotriz con una carta paralela que permitirá mantener las exportaciones de vehículos, aun cuando el gobierno de Trump imponga aranceles a los autos por cuestiones de seguridad nacional.

“Lo que estamos haciendo es comprar un seguro para que el millón de empleos en el sector automotriz mexicano se proteja y se blinde el dinamismo de crecimiento hacia adelante”, expresó.

Agregó que el TLCAN proyecta estabilidad política hacia el futuro y que, aunque implica reglas de origen más fuertes para el sector automotriz se seguirá contando con el libre comercio entre los países miembros.

Guajardo hizo un balance sobre los seis años de la administración actual y dijo que en materia de comercio exterior lo más importante es que se mantuvo la apertura y se hicieron cambios para que los beneficios del libre comercio llegaran a todos los sectores, además de que se concretó la modernización del tratado comercial con Europa y se logró cerrar uno con Estados Unidos.

De esta manera aunque la imposición arancelaria represente para México una limitante, no se descansará hasta solucionar dicho asunto, de manera que no sólo a México, sino a los demás países que de igual manera se ven afectados por dichas agresiones arancelarias puedan llevar a cabo sus operaciones en materia de comercio exterior, de la manera más provechosa.