Plan “B” para TLCAN; a Estados Unidos ni todo el amor, ni todo el comercio



La llegada de Donald Trump a la presidencia de los estados Unidos de América trajo consigo incertidumbre para la población mexicana, como se ha dejado visto en los últimos meses, en temas como la posibilidad de que abandone el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN). Respecto a este tema, cabría preguntarse en qué consiste el “Plan B”, anunciado por la Secretaria de Economía de México (SE), en caso de que el TLCAN se venga abajo. Las únicas pistas que se pueden suponer son a través de la recopilación de las noticias de las visitas de las autoridades mexicanas a Sudamérica, Asia (Japón) y la mención de que, con Brasil y Argentina, así como en la Unión Europea (UE) con quien recientemente se renegoció un acuerdo comercial, denominado “Modernización del Tratado de libre Comercio entre México y la Unión Europea” (TLCUEM). Sería conveniente preguntarnos si los tratados con los que contamos actualmente nos son útiles para poder continuar estableciendo relaciones comerciales de manera que el mundo y en específico la nación mexicana siga creciendo con o sin tratado. Ejemplos de diversas relaciones comerciales con las que cuenta México son; el tratado con la UE, con Argentina y Brasil; además se tiene a la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALADI) o las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

El “Plan B” que debería plantear la parte mexicana no debería limitarse solo a temas de política y técnicas de gobierno ineficientes. El “Plan B” entonces, tendría que tener acciones paralelas y concretas a las negociaciones del TLCAN. Sería útil dejarles ver a los negociadores estadounidenses y poner sobre la mesa que México se encuentra en negociaciones de un Tratado de Libre Comercio con China y Corea, además de lo ya anunciado. O comenzar con un proceso de integración económica más profundo, que no es lo mismo que un simple TLC, con los miembros de la Alianza del Pacífico o los miembros de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI); o asumir el liderazgo de la reactivación del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, ahora denominado Acuerdo Integral y Progresivo para el TPP (CPTPP, por sus siglas en inglés) sin Estados Unidos.

Es cierto que esto llevará tiempo, y tener en consideración que la diversificación comercial tendrá que esperar, se necesita pasar del discurso de diversificación a acciones claras que necesariamente tendrán que traer esfuerzos coordinados de los sectores académico, público y privado.