El “Quédate en Casa” de 2020 originado por la pandemia, trajo consigo cambios a nuestro estilo de vida, las actividades laborales y académicas vía remota, así como la necesidad de recreación y entretenimiento dentro del hogar tuvieron un aumento exponencial y con ello la demanda de productos eléctricos y electrónicos aumentó: computadoras, consolas, pantallas, etc..; mientras que la venta de estos productos iba en aumento, la de otros bajaba, ejemplo claro, los vehículos; al bajar la demanda del consumidor final, bajaba también la demanda de los fabricantes a los proveedores de insumos…
Pero ¿Qué tienen que ver una industria con la otra? Los componentes necesarios para su funcionamiento, siendo precisos, hablamos de los semiconductores o también conocidos como chips. Componentes diminutos que llegan a medir hasta 7 nanómetros (la mil millonésima parte de un metro).
Estos diminutos componentes son los encargados de asegurar un correcto funcionamiento electrónico de los automóviles y hoy se enfrenta una escasez a nivel mundial, siendo extremadamente visible la problemática en empresas como Ford en Estados Unidos y General Motors en México, quienes han tenido que recurrir a paros técnicos para sopesar este desabasto.
Esta última ha anunciado que será hasta el próximo 15 de octubre del 2021 que reiniciará producciones, por los que sus mas de 4 mil trabajadores continuarán fuera de labores; solo como referencia y para poder visualizar un poco el impacto, GM ha dejado de producir cerca de 800 mil unidades móviles en sus plantas a nivel mundial.
La situación es sin duda compleja, y este año es crucial para una recuperación, aunque se estima que ésta pueda verse reflejada hasta finales del diciembre 2021. Las acciones que están tomando las empresas automotrices son fuertes y de gran impacto, desafortunadamente, no será sorpresa ver un aumento en sus precios a los consumidores finales.
Pero ¿Qué sucede con las productoras de semiconductores? Consideremos que los principales se encuentran en el Asia, concentrando el 80%, por esta situación se ha previsto desarrollar plantas en América, Estados Unidos es uno de los principales países que ya se encuentra iniciando contacto con los ejecutivos de estos insumos, por su parte, empresas como INTEL y TSMC han anunciado inversiones millonarias que permitan aumentar su capacidad de producción (misma que podrá ser vista en 2 o 4 años)
Las alternativas son buenas, solo que no serán en el plazo inmediato, hoy se tienen que tomar las medidas necesarias, y aunque puedan parecer drásticas tienen como objetivo asegurar el correcto funcionamiento de la cadena de producción y así poder ver una recuperación en los próximos meses.