Las amenazas de Trump tienen un alcance importante.



Las manipulaciones de Trump orillan a que otros socios comerciales duden de su palabra como socio, poniendo en un mal panorama a la economía del país.

Independientemente de lo que sucede con el acuerdo T-MEC, Donald Trump, destruyó en pocos movimientos la certidumbre sobre el libre comercio regional, que incluye a México, en tanto dure su mandato. Perdiendo la confianza ganada tras décadas de intercambio comercial e integración económica, quedó muy lastimada.

México había llegado a ser el principal socio comercial de Estados Unidos, luego de que China cediera terreno por su propia guerra comercial con la mayor economía del mundo, cuando Donald Trump inició informalmente su camino a la reelección de la presidencia de su país. Y al igual que su campaña anterior, los números de las encuestas no le favorecen.

La Cámara de Comercio de Estados Unidos reconoce que imponer aranceles a México es el camino incorrecto, pues pone en riesgo usar el comercio como herramienta de conflicto viéndose afectado el PIB a su país, ya que el busca detener la inmigración a su país a la vez buscando su estrategia para ganar votos en la reelección. Sin embargo, sus decisiones parecen no importarle al Presidente de los Estados Unidos de América.

“Estos aranceles serán pagados por las familias y los negocios americanos sin hacer nada para resolver los verdaderos problemas en la frontera”, aseveró Neil Bradley, vicepresidente ejecutivo y jefe de políticas del gremio más importante de empresarios estadounidenses.

Más allá de que se apliquen o no los aranceles, lo que hizo Trump ya es irreparable, incluso si no se aplica un castigo inmediato a las exportaciones mexicanas, de acuerdo con Chris Krueger, director gerente de Cowen Washington Research Group, un think tank económico en la capital estadounidense.

Arrollando varios sectores, desde la industria automotriz, en la que México es el principal proveedor de vehículos a Estados Unidos, hasta el comercio de carnes, granos, frutas, verduras y azúcar, que representa unos 45 mil millones de dólares en el comercio bilateral.