El avance de las economías de México y Estados Unidos se separaron y no solo avanzan a diferentes tiempos sino también en direcciones opuestas, ya que esto no sucedía en lo que va del presente siglo. En el primer trimestre de 2017, el PIB estadounidense avanzó a un ritmo de 1.9 por ciento anual y se aceleró a 3.2 por ciento en el mismo periodo de 2019. En igual lapso, el PIB de México se desaceleró de 3.3 a 0.1 por ciento anual, de acuerdo con datos del Departamento de Comercio de EU y del INEGI.
“La economía de EU crece a mayor velocidad que la mexicana debido a la reducción de impuestos y al mayor gasto público aplicado por la administración del presidente Donald Trump en 2018, algo que no se vio en México. A esto se sumó la incertidumbre del proceso electoral que se vivió el año pasado y la curva de aprendizaje que todo cambio de gobierno trae consigo”, dijo Gerardo Copca, director de la consultora MetAnálisis.
Proyectan un enfriamiento en la economía estadounidense para el presente año, del más grande que han tenido, aunque no descarta la posibilidad de una recesión, más que nada para el próximo año.
“El balance de riesgo apunta a esperar, por lo menos, una desaceleración en la economía estadounidense debido a que ya no se contará con el efecto positivo de la rebaja de impuestos y del mayor gasto público aplicados en el año pasado, a lo que habría que agregar los efectos negativos provenientes de la guerra comercial emprendida por Estados Unidos, particularmente con China, y de la parálisis en algunos programas provocada por el proceso electoral del año próximo”, explicó Copca.
El PIB de México bajó 0.2% en el primer trimestre del año 2019, aumentando la debilidad del país, ya que prevén una contracción de 0.4% en el segundo trimestre, implicando una posible recesión técnica.