El día de ayer, en una junta Estados Unidos declaró frente a la Organización Mundial de Comercio (OMC) que las prácticas competitivas desleales de China están perjudicando a las empresas y trabajadores extranjeros de una manera que viola las normas de la OMC.

Dennis Shea, el embajador de comercio de Estados Unidos, expresó también su preocupación frente a esto y a su vez también dijo que el Órgano de Apelación se había excedido en algunas interpretaciones legales. Shea también comentó que la economía de Estados Unidos es “una de las economías más abiertas y competitivas del mundo con aranceles entre los más bajos a nivel mundial”.

El embajador Dennis Shea también agregó que la administración del presidente Donald Trump está muy comprometida respecto a la competitividad de los mercados y el comercio libre, justo y recíproco, sin embargo, afirma que China ha seguido unas políticas industriales contrarias al mercado y otras prácticas competitivas desleales y estas a su vez son destinadas a apoyar a sus industrias nacionales y por dicha razón restringen o discriminan a las empresas extranjeras y sus bienes y servicios.

Sin embargo, el diplomático de la OMC no mencionó el conflicto sobre los sectores del acero y los automóviles que ha llevado a las dos potencias al borde de la fuerte guerra comercial que todos conocemos, pero si defendió la investigación de la “Sección 301” de Estados Unidos, que concluyó el pasado marzo, donde dice que las prácticas chinas relacionadas con la transferencia de tecnología, propiedad intelectual e innovación eran discriminatorias.