Este reencuentro se llevará a cabo en sede de Washington a principios de octubre, siendo la iniciativa por parte de Estados Unidos, cuyo al frente estará David Malpass, subsecretario de Asuntos Internacionales del Departamento del Tesoro. Aunque persiste en ambas partes la posibilidad de cualquier paso sustancial.
Esto llevando a cabo de nuevo a las amenazas de aumentar los aranceles por parte de Trump a productos chinos empezando en octubre y diciembre, sin embargo, deja a los inversores con la mente en el limbo evidenciando el conflicto a la economía de ambas naciones.
«Ni China ni EU quieren ser culpados por el resto del mundo por intensificar la guerra comercial y dañar a la economía mundial», declaró Xhou Xiaoming, ex-funcionario y diplomático del ministerio de comercio chino.
Antes del verano han existido ya tres encuentros, sin embargo, no consiguen persuadir al presidente estadounidense de imponer aranceles a productos importados chinos (en su mayoría tecnológicos), dispuesto a subir aranceles a bienes chinos hasta por un valor de 500,000 millones de dólares. Aunque se nota que las conversaciones no son muy significativas para que tanto EUA como China suavicen sus posturas pues ambas partes aumentaron los aranceles el primero de septiembre en la última ronda de represalias mutuas, lo que suma importancia a este gran debate.
Funcionarios del gobierno de Trump se muestran escépticos de que China esté dispuesta a contestar con gravámenes a sus productos mientras que otros buscan suavizar y calmar a los mercados financieros para evitar más consecuencias económicas en EU.
«Nadie está conteniendo la respiración con respecto a las negociaciones», dijo Chua Hak bin, economista en Maybank Kim Eng Research.