Si estas involucrado en la logística del comercio internacional y de manera mas especifica en el transporte marítimo, seguramente esta problemática ya las has escuchado o muy probablemente también te has visto afectado por ella.
El origen de esta situación se ve desde el pasado 2020, en donde la pandemia tuvo todo que ver: en inicio, por la pausa obligada de actividades en el sistema portuario y logístico, sobre todo de China, el paro de actividades llevó a que gran parte de los contenedores quedaran varados y vacíos en Estados Unidos y Unión Europea, posteriormente, con la “recuperación” de la pandemia llegó la alta demanda por parte de los importadores, elevando las tarifas ¡en mas del 100 por ciento!
A pesar de que 2020 e inicios de 2021 registraron máximos históricos, llegando a 7,300 dólares por contenedor de 40 pies, México y el mundo siguen arrastrando los estragos y los altos costos en lo que va del año.
Las empresas están enfrentando una inestabilidad importante y peligrosa que rompe completamente el ciclo logístico habitual, pero ¿Quién absorbe la totalidad de este gasto? ¿Las empresas importadoras, los consumidores? ¿Cuánto se encarecerán las mercancías que consumimos? a estas preguntas no existe una respuesta precisa dado que se depende del tipo de empresa, la esencia de los bienes, las negociaciones existentes entre clientes y proveedores, etc. Solo se pudiera concluir, a groso modo, que las importaciones representan hoy un duro golpe a las finanzas de las empresas y que el costo en su mayoría deberá de ser absorbido en menor o gran medida por los entes involucrados en la cadena logística.
Varios han sido los pronósticos respecto a este tema, a principios de enero se esperaba que el año nuevo chino aligerara la situación, sin embargo, esto no sucedió, hoy, a más de la mitad de 2021 el escenario sigue siendo incierto, los contenedores pueden llegar a cotizarse ¡en más de 8 mil dólares! Lo que equivale aproximadamente a 160 mil pesos mexicanos, con base en el índice de precios global de Drewry Shipping Consultants.
Considerando lo anterior, son pocas las medidas que los importadores directamente podrán tomar, dado que la problemática de origen no está con ellos, sin embargo, de tener una estratégica ejecución pudieran dar buenos resultados, entre ellas podemos destacar las siguientes:
- Diversificación de proveedores, conviene poner sobre la balanza el costo-oportunidad de un producto más caro vs un flete más barato.
- Negociación efectiva de los INCOTERMS para mitigar los riesgos
- Planeación en la cadena de suministro, desde el punto de origen hasta el punto de destino, permitiéndonos evaluar costos y beneficios de diversos servicios de transporte.
Hoy queda evidenciado, una vez más, que la pandemia puso en jaque no solo los sistemas de salud de los países y que las pérdidas que se están presentado no solo involucran personas, si no que pegó también en la pérdida de empleos y recursos, rompiendo con el ciclo habitual que tanto estábamos acostumbrados a llevar.
Sin duda, 2022 seguirá siendo año de desafíos para las empresas.
Quedamos a sus órdenes para cometarios y dudas.