En la actualidad, la escasez de transportistas, así como la falta de unidades para el transporte de carga, son dos de los múltiples desafíos logísticos que enfrentan las empresas, mismos que cobrarán mayor importancia en el futuro.
Según reportes del International Road Transport Union (IRU), así como de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR), se estima que a finales de este año 2022, en el país exista un déficit de operadores de alrededor de 56,000 personas, mientras que, a nivel internacional, esta cifra superará los 2.6 millones de trabajadores, generando un impacto generalizado en la economía, esto, debido a que mercancías desde hidrocarburos hasta alimentos, se muevan vía carretera.
En México, existe una flota de cerca de los 600,000 camiones o unidades motrices de carga, de los cuales, según la Secretaría de Infraestructura, comunicaciones y transportes, se estima que el 10% de éstos se encuentre estacionado por la falta de operadores.
En adición, es importante señalar que para 2030, se considera que serán necesarios un 36% más de vehículos de reparto en las ciudades del mundo (World Economic Forum – WEF), esto, resultado de los constantes cambios en los consumidores, quienes demandan entregas perfectas y en el menor tiempo posible.
Pero, ¿cuál podría ser la causa de este desafío logístico y como puede ser enfrentado por las empresas? Según comenta Mariano Terrana, COO de una empresa dedicada a la planeación de rutas en Hispanoamérica y España, uno de los factores que fomentan esta oferta limitada, es la falta de capacitación de los profesionales logísticos, misma que va ligada con la jubilación de los operadores actuales y la poca atracción de las personas jóvenes en la actualidad.
La falta de atracción y aspiración de esta profesión es sin duda una gran problemática que deberán enfrentar las empresas, posiblemente, en conjunto con los gobiernos si es que se desea controlar esta situación.
Ejemplo de lo anterior, se puede observar en los centros de creación de operadores o “Semilleros”, creados por la CANACAR y de los cuales ya se han establecido una totalidad de 23 a lo largo del país, además de que se ha impulsado la implementación de la carrera Técnico Profesionista en Operador de Autotransporte de Carga, en Tampico, Tamaulipas, con expectativas de que egresen cerca de 90 alumnos, así mismo se ha generado la firma de convenios con las empresas matrices de los camiones para que brinden financiamientos, servicios médicos y profesionalicen a los choferes.
Finalmente es importante destacar que al ser una actividad económica de gran importancia tanto en el país, (representando el 3.3% del PIB), como para el mundo, buscar dignificar la labor de los operadores, así como hacer más atractiva esta profesión, podría ser una herramienta de gran ayuda para resolver este tipo de desafíos logísticos.