Representantes de Estados Unidos se reunieron en la capital china con funcionarios locales para sostener negociaciones de comercio, que busca un acuerdo comercial para el beneficio de las dos más grandes economías del mundo, el cual está planeada su conclusión para antes del día 1º de marzo.

Este jueves 14 y viernes 15 del presente mes, el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, se reunirán con el viceprimer ministro chino, Liu He, principal asesor económico del presidente Xi Jinping.

Si no se llega a un acuerdo, los aranceles estadounidenses sobre bienes chinos valuados en 200 mil millones de dólares subirán a 25 por ciento y a su vez, China respondería aumentando sus tarifas a productos estadounidenses.

Para Estados Unidos es importante que China realice las reformas estructurales para la protección de la propiedad intelectual de las empresas estadounidenses y que se frene o se disminuya el crecimiento de las políticas que apoyan a las empresas chinas con subsidios y facilidad para la transferencia de tecnología.

De llegar a un acuerdo, las potencias formarán un pacto poderoso y sin duda beneficiará al mercado internacional de igual manera que al doméstico. Es posible que los líderes y representantes de ambos países reflexionen sobre la importancia de la finalización de esta guerra comercial y los incontables beneficios de la unión comercial.