Derivado del nuevo tratado comercial entre Estados Unidos, Canadá y México (T-MEC), a partir del siguiente año, algunas armadoras se verán en la necesidad de modificar su cadena de proveeduría, ya que tendrán que certificar que el acero que compran corresponde a la región para cubrir los requerimientos de exportación o, de lo contrario tendrán que pagar los aranceles correspondientes en 2020.
De acuerdo a lo redactado en el T-MEC, el artículo 4-B.6 del capítulo 4 referente a las reglas de origen menciona que “Cada parte deberá disponer que un vehículo de pasajeros, camión ligero o camión pesado se origine sólo si, durante el año anterior, al menos 70 por ciento de las compras de acero del fabricante de vehículos en América del Norte y las compras de aluminio del fabricante de vehículos en América del Norte sean originarias”
Lo que implica que, para que los fabricantes automotrices puedan exportar sin aranceles, deberán argumentar que al menos el 70% de los requerimientos de acero y aluminio de los automóviles fueron adquiridos en alguno de los tres países que conforman el tratado. Esta norma fue promovida por el gobierno de Donald Trump, anteriormente no estaba contemplada en el tratado original de 1994.
Según el director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) José Luis de la Cruz, las automotrices tienen actualmente proveeduría sobre todo de empresas asiáticas, por lo tanto, deberán comenzar a buscar nuevos proveedores.